Titulo original: La Marcia su RomaAño: 1963
Director: Dino Risi
Guión: Sandro Continenza, Ghigo De Chiara, Agenore Incrocci, Ruggero Maccari, Furio Scarpelli, Ettore Scola
País: Italia / Francia
Compañía: B & W
Duración: 90 min,
Reparto: Vittorio Gassman (Domenico Rocchetti), Ugo Tognazzi (Umberto Gavazza), Roger Hanin (Capitano Paolinelli), Mario Brega (Mitraglia), Angela Luce (La Contadina), Gérard Landry (Milziade Bellinzoni), Giampiero Albertini (Cristoforo),
Sinopsis:
Vittorio Gassman y Ugo Tognazzi, dan vida a dos pícaros ex-combatientes que se afilian al Fascismo más por hambre que por fe y que a lo largo de la marcha que colocará al Duce en el poder ellos serán testigos sobre lo que en realidad es el fascismo.
Una muy buena elección, que sintetiza varios aspectos de las prácticas cotidianas de los regimientos fascistas durante su avance sobre Italia.
ResponderEliminarAunque la misma película me genero un interrogante. Me pareció que se construye una imagen de los trabajadores quizás más asociada a las ideas izquierdistas, anti-fascistas, en lucha constante contra el avance de los “camisas negras”, y si esto hubiese sido así, me preguntaba entonces cuál fue el verdadero apoyo masivo del Fascismo, de donde provino, cuales eran las bases en las que se sustentaba el régimen.
Sí es que entendemos al Fascismo como un movimiento de masas, esta película lo que termina de mostrarnos es que no tuvo ningún tipo de apoyo de la clase trabajadora. Y no se si fue tan asi. Quizás el director contribuya a construir ese imaginario, asociando al trabajador con las ideas socialistas (o de izquieda).
Coincido con Joaco en la muy buena elección. Pero no coincido plenamente en su cuestionamiento. Creo que la peli explica todo el proceso de construcción del fascismo, descentrado de su líder, desde abajo. Ahora bien, no se si la clase obrera está ausente. Creo que la peli muestra las disputas por el control del campo popular, obrero, entre las "camisas negras" y los grupos de izquierda. Ahora bien, como Pedro, se animó a esbozar esta clase popular, es un proceso en formación que culmina con la escena final de ellos en la tribuna viendo la llegada de la marcha a Roma, ahí si se ve el sustento del fascismo en los sectores populares. De igual manera es algo discutible y si es cierto que hay una toma de posición del autor respecto del fenómeno.
ResponderEliminarBenja
Voy a tratar de ser breve.
ResponderEliminarPosiblemente coincida con ambas posturas. Sin duda, el film constiyuye una crítica mordaz sobre el ascenso del fascismo, tendiendo a resaltar sus aspectos más descarnizados y violentos. Desde una mirada superficial, y de acuerdo a las tipologías que se construyen a partir de los desventurados protagonistas -Domenico Rocchetti (Vittorio Gassman) y Umberto Gavazza (Ugo Tognazzi)- se trata de un movimiento cuya base de poder esta compuesta por lúmpenes -la figura fuerte del primero, como así también del siempre bárbaro "Mitraglia" (Mario Brega), representante extremo durante toda la obra de la acción directa. Sin embargo debemos tener en cuenta algunos indicios:
1º Gavazza, aspetando a su ex camarada de armas, sostiene que él presenta su desacuerdo ante este movimiento porque, entre otras razones, forma parte del Sindicato Blanco, es decir, de una estructura partidaria aunque de filiación católica, lo que nos habla de una experiencia militante previa;
2º Debemos hacer la salvedad que las fuerzas del fascismo son las mismas que participaron en la guerra del durante los años 1915 a 1918, y por lo tanto el discurso nacionalista y las ideas del irredentismo tienen un peso muy importante, sobre todo en los extractos populares los cuales en definitiva son los que fueron a las trincheras.
Desde esta lógica, es interesante como mientras se desarrolla la trama, podemos apreciar que las reivindicaciones programáticas más radicalizadas que contiene el fascismo -devenidas de la experiencia fallida de Mussolini en el PSI- son abandonadas por una postura empírica más conservadora, que se visibiliza cuando irrumpen en escena la pequeña y alta burguesía provincina -debemos recordar la escena que nos remite a la huelga de los barrenderos, en la que una elegante mujer de la aristocracia aclama a los rompehuelgas con consignas patrióticas; o a aquellas escenas que nos muestran como en el trasncurso de la marcha hacia la capital peninsular, son cada vez mayores los grupos que presentan su abierta adhesión a los sujetos movilizados.
No obstante, y a pesar de que por parte del director y los guionistas -Ettore Scola, quien más tarde nos brindaría una bella historia minimalista de amores desencontrados, también en esta misma época "Una jornada muy particular" (1977), y los grandes de la comedia all'italiana Age y Scarpelli ("La Gran Guerra", 1959; "La armada Brancaleone"- sea notoria la idea de presentar al fascismo como un movimiento repleto de fascinerosos desclasados y plenamente irracionales, la película aborda cuestiones que a través de una mirada atenta resultan por demás interesantes.
continuación...
ResponderEliminarEn primer lugar, debemos atender al contexto de producción de esta obra. Los años '60, en términos políticos estuvieron signados en Italia por un creciente proceso de radicalización, en el cual la izquierda menos moderada inició una fuerte disputa por el poder, a la entonces dominante Democracia Cristiana. Tal vez, y a partir de las experiencias de cierto acercamiento entre algunas organizaciones de izquierda, como el PSI, y el ala centrista de aquél partido -personificada por Aldo Moro- considerada por los núcleos más progresistas como la continuidad del fascismo, conlleve a sugerir los cuestionamientos efectuados en el film.
Observando ahora los aspectos intrínsecos, diversos factores puestos en juego no constituyen una lectura desacertada del período de entreguerra italiano. En primer lugar, la posguerra, y principalmente el impacto de los procesos revolucionarios que en occidente despertó el proceso soviético, implicaron un fuerte proceso de politización que tuvo lugar en las zonas más industrializadas del país. Aunque también podemos visualizar este fenómeno en los primeros años de esta centuria, con la experiencia de sublevación agraria, que en la región de la Emilia-Romagna, se conoció como Semana Roja. Por ende, frente a la toma de fábricas, y a su consiguiente control obrero, el fascismo implicó un movimiento que de alguna forma pondría coto a tal conflictividad, claro que en favor de la clase industrial y de los capitalistas agrarios. No obstante, esta idea habría que matizarla, y poner en evidencia cuáles fueron los elementos reales que definieron al fascismo como movimiento de masas, y que concitó un fuerte consenso social. Aunque no debemos descartar tampoco que el uso de la violencia fue un mecanismo importante para sobrellevar el ejercicio del poder (pensemos por ejemplo en el asesinato del diputado socialista Giacomo Matteoti, quien en 1924 trató de impugnar las elecciones parlamentarias que legitimaron a Mussolini y a sus cuadros)
Quizás, dos grandes obras del maestro Fellini, nos ilustren acerca de esta idea de la alianza de clases, que sin embargo no es armónica y presenta múltiples tensiones, en la que el componente proletario tiene un papel definitorio a partir del proceso de liberación nacional acaecido en 1945. Estoy mencionado a "Roma" (1972) y la genial "Amarcord" (1973), en donde su ilustración de la vida cotidiana pretende mostrar ciertos pasajes del fascismo, en un tono sarcástico, en los años previos al pacto con Hitler.
No obstante, "La marcha sobre Roma" constituye una obra fundamental dentro de la filmografía italiana, sobre todo por la capacidad de desnudar corrosivamente a los aspectos menos felices de su pasado.
He terminado,
Pedro